Cada libro es una batalla

Cuando mi primera mentora, Montserrat Rico, me daba sus consejos, me comentó algo que no olvido: cada nuevo libro, cada novela que quieres publicar, es otra batalla que librar. Nunca pienses que, por haber logrado publicar un libro, ya tienes la vida resuelta. Es la gran ilusión: como ya me reconocen, como ya he “entrado” en el mundo editorial, se me abrirán todas las puertas. ¡No siempre es así!

Puedo decir que he pasado por casi todas las fases y experiencias. Véase:

Los afanes de la novel que va a la búsqueda de editorial, enviando decenas de originales y llamando a muchas puertas, para cosechar un buen puñado de “no”. Eso me pasaba hace diez años y me sigue pasando hoy… Hay que saberlo. Si quieres acertar un golpe, ¡tienes que dar por lo menos una docena más!

He conocido la tremenda alegría de que una editorial, sin conocerte, se entusiasme por tu libro y te quiera publicar. Eso me ha ocurrido en tres ocasiones, por lo menos, ¡y siempre gratifica!

He conocido la seguridad y el respaldo que ofrece una agencia. ¡Cuántas ilusiones y esperanzas los años que me vi representada por Sandra Bruna! Tres libros, entre ellos uno premiado, no son mala cosecha.

Sé lo que es recibir retorno de los lectores. La emoción del comentario de un lector al que ha entusiasmado tu obra… sus observaciones, su entusiasmo. ¡O que te hagan un pequeño vídeo de tributo a la novela!

He paladeado las mieles de un premio literario. Para muchos un premio es una plataforma de lanzamiento hacia el éxito, un paso para consolidar su carrera. En mi caso, me lancé… al vacío. El premio ahí está. Mi trofeo cría polvo en un armario. Ni me ayudó, ni me hundió. Quisiera creer que al menos me permitió publicar un libro cuya lectura disfrutaron unos cuantos…

Después del premio he conocido la decepción y el desamparo de sentirte “descartada” porque no eres rentable como autora o porque lo que escribes no gusta. La historia con la agencia terminó. No hubo más publicaciones con la editorial que me premió. Y volví a la intemperie.

He conocido el silencio creativo de los años en que sólo te queda escribir y seguir escribiendo… aunque no tengas esperanza de publicar.

He conocido lo que es autopublicar, y me he lanzado a la selva de Amazon. Otro aprendizaje que me parece imprescindible. Porque el mundo está cambiando y el editorial no es ajeno a estos cambios. La publicación independiente es un campo de oportunidades.

Pero también es un campo duro, difícil de cultivar. Por mi carácter y mis condiciones, no poseo una gran red social ni tiempo para dedicarme a ello, así que mis libros autopublicados se pierden entre millones de títulos, como una brizna de hierba en medio de la estepa rusa. Sólo unos pocos amigos y conocidos han sabido de su existencia, y menos aún los han leído.

Finalmente, he conocido lo que es… ¡volver a empezar! No de cero, porque he recurrido a mis contactos previos con editoriales y agencias, incluso a algunos amigos. Gracias a ellos he podido volver a vivir la ilusión de los comienzos: ¡publicar por cuenta ajena! Con editoriales serias y reconocidas en su ámbito, y sin respaldo de agente. Simplemente porque los originales que les he presentado les han convencido.

Volver a publicar. ¡Otro feliz embarazo, otro parto! Estoy viviendo estos meses de espera. Invierno laborioso de revisiones, mirar posibles cubiertas, corrección de maquetas… En primavera, dos criaturas nuevas saldrán a la luz.

Si eres escritor novel y lees esto, recuerda que no debes desanimarte nunca. No dejes de escribir. No dejes de mejorar. No dejes de buscar salida a tus libros. Y tampoco te  duermas en los laureles, si has logrado publicar una vez. Como me dijo mi mentora: ¡cada libro es una batalla! La única derrota es no luchar.

Si eres escritor ya publicado y consagrado, posiblemente te reconozcas en algunos párrafos. Y posiblemente vas muy por delante de mí en este camino. Aunque no hay dos caminos iguales, y cada escritor ha de labrarse el suyo. ¡Compartimos esta aventura! 

No hay comentarios: