Durante mi búsqueda de agencia, he tenido otras experiencias curiosas.
Una agencia seria, en principio:
- actúa como intermediaria entre autor y editorial, quedándose una comisión sobre las ventas del libro (no más del 30 % sobre el porcentaje que se lleva el autor)
- nunca cobra nada por adelantado
- no te ofrece gato por liebre –o sea, no te cobra por supuestos trabajos de corrección, revisión, promoción, etc. de los cuales “antes” no te ha comentado nada, o bien no te propone una co-edición camuflada, que también puede ocurrir
Pero en este mundillo hay de todo, y debo decir que a algunos autores les ha ido bien con otras alternativas. Contacté, a través de una amiga, con un agente por Internet. Para no dar más datos, lo llamaré agente X. Trabaja freelance, se interesó por una de mis novelas, se la envié por e-mail, la leyó… y en quince días me dijo que tenía una oferta de una editorial muy seria para publicar.
¡Demasiado bonito para ser cierto! Emocionada y hecha un flan, conseguí enfriar mi cabeza y pensar con racionalidad. Le pregunté por las condiciones económicas de nuestro trato, por detalles más técnicos… y resulta que me pedía, por adelantado, 900 euros en concepto de revisión, representación, sugerencias de correcciones y supervisión del diseño de la tapa; un contrato para ¡veinte años! Además del 30 % del anticipo que la editorial me iba a dar por la obra.
Ante esta respuesta, pedí consejo: a varios amigos, a mi mentora y a Prometeo –y todos me dieron su atinado parecer. Coincidieron que esas condiciones no eran aceptables, y es más, Prometeo me comentó que hay agentes que se valen de la inexperiencia e ingenuidad de los noveles para “apadrinarlos”, mimarlos y, de paso, sacarles más jugo. Así que le contesté al agente X que sólo quería un representante y un mediador, no necesitaba que me defendieran, me promocionaran o supervisaran el diseño por mí. Que tenía entendido que una agencia normal, de entrada, no cobra y que veinte años me parecía del todo excesivo para cerrar un trato.
En cuanto recibió mi mensaje, el agente cambió de inmediato su propuesta. Me explicó que él era más que un agente; que ayudaba a sus autores e incluso viajaba por ellos para ayudarles a documentar sus obras; que tenía contactos con los medios de comunicación para promocionarlos, en España y en el extranjero… Que trabajaba muy duro para competir con los “tiburones”, dijo, de las macro-agencias, que ya habían querido arrebatarle a alguno de sus escritores. Pero, si yo quería, podíamos trabajar sin contrato, sólo para esta novela, puntualmente, y que él se limitaría a cerrar el acuerdo con al editorial y a cobrar el 30 % del anticipo. Sin correcciones, sin promoción, sin asesoramiento ni demás.
Le dije que así me parecía mejor. Quedé en hacer una última corrección al original y enviárselo.
Fue entonces cuando recibí respuesta de Sandra Bruna, pidiéndome un plazo de dos meses para estudiar mis novelas antes de comprometerme con otras agencias. Así que avisé al agente; le dije que estaba esperando respuesta de otras agencias y editoriales y le pedí tiempo.
Cuando tuve la confirmación de S. Bruna, escribí al agente X diciendo que había recibido una propuesta que me interesaba mucho más y que, lógicamente, había decidido aceptarla. Le agradecí su atención y su tiempo y me despedí… (maldita la gracia que le haría, supongo) Me supo mal por él, pero hay que dar la cara, lo mejor que se pueda. No me respondió ni me ha vuelto a escribir.
* * *
Otra experiencia curiosa fue con la editorial Atlantis. Luego vi que en los foros de BV hay varios hilos concurridísimos donde cantidad de gente habla de su experiencia con esta editorial. Atlantis me ofreció co-editar mi quinta novela, La hija del Mediodía. Me respondieron a las pocas semanas de enviársela, con una valoración y una sinopsis de la misma, y una propuesta para publicar. El trato se resume así: yo corro con los gastos de imprenta, ellos se ocupan de la edición y de la promoción y distribución del libro. Vale dinero, pero tampoco es una suma inaccesible… El caso es que cuando me llegó su carta ya andaba muy escaldada con mi experiencia de Libros en Red y los agentes tiburón, así que les escribí agradeciendo la atención, pero rechazando la propuesta.
He leído en los foros que hay gente que ha quedado encantada de trabajar con ellos y otras personas que hablan pestes… En fin, es co-edición, hay que saberlo, y a partir de ahí no crearse expectativas falsas. Por su parte, el trato con ellos queda muy claro. Para algunas personas ha resultado una buena opción. Más no puedo decir.