Escribir bien es como nadar bajo el agua y aguantar la
respiración. Scott Fitzgerald.
Lo escribió en una carta a su hija Frances. ¿Podéis recordar
lo que sentís cuando nadáis bajo el agua? ¿Cuando queréis cruzar una piscina,
buceando, sin salir una sola vez a respirar…?
Para mí es una experiencia hermosa y retadora. Pide lanzarse
con decisión, tomar el aire justo y dosificarlo con precisión, manteniendo un
tenso equilibrio que se mezcla con el placer, gozoso, de deslizarse bajo el líquido
y sentir cómo tu cuerpo lo hiende, veloz y vigoroso.
Pide fuerza y pide balance, arrojo y contención, energía y
sutileza. Para poder desplazarse con ligereza y con movimientos mínimos,
limpios, sin el más mínimo derroche.
Nadar bajo el agua y contener el aliento... Un gozo y una lucha, donde no valen los movimientos en falso, ni las torpezas. Así es la escritura. Un arte que, como todos, pide disciplina y pasión.
1 comentario:
No lo había visto desde ese punto de vista, yo escribo y me dejo llevar por la inspiración y la necesidad de ese momento, pongo pasión pero tengo que trabajarme la disciplina si de verdad quiero llegar a publicar un libro. Muy interesante. Gracias.
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