Una conversación inquietante
Hace un par
de años mantuve una conversación con cierta persona que conoce en profundidad el mundo editorial y a la
que, por discreción, mantendré en el anonimato. Con estas letras va mi
agradecimiento hacia ella y el tiempo que me ha dedicado,
escuchándome y dándome sus consejos.
Me encontraba en un momento de atasco (no de bloqueo
creativo, algo que desconozco hasta el día de hoy), sino de incerteza en cuanto
al camino a seguir en mi carrera como escritora. Resumiendo: llevaba años
escribiendo casi a diario y acumulando títulos en mi disco duro, publicando
poco y resignándome a la autopublicación en Amazon. Mi futuro como escritora
era nebuloso. Nunca he dudado que seguiré escribiendo, pero... ¿alguien leerá
mis libros alguna vez? ¿Llegaré al público lector como desearía?
Me daba vueltas a la cabeza esa pregunta terrible que quizás
te ha asaltado alguna vez: ¿interesa a alguien lo que escribo? ¿Vale la
pena escribir para un solo lector? ¿O para unos pocos?
Esta persona «experta» me puso contra las cuerdas. Lanzó
varias preguntas que se me clavaron como dardos y durante varios días me
aguijonearon por dentro. Son lo que he llamado «cuestiones trascendentales» que
todo escritor, supongo, se tendrá que plantear algún día, si no lo ha hecho ya.
Así que ahora las comparto, por si son de ayuda o acicate para quien las lea.
Preguntas punzantes
- ¿Quieres darle la vuelta a la situación?
- ¿Sí o no?
- ¿Qué buscas como escritora?
- ¿Quieres seguir escribiendo sin publicar?
- ¿Quieres autopublicar en Amazon y pasar desapercibida?
- ¿Quieres encontrar agente y editor?
- ¿Quieres tener mucho éxito, muchos lectores, renombre «y» ventas?
- Los temas que eliges no parecen acordes con las «necesidades» del momento. ¿Qué te acota?
- ¿Por qué no puedes adaptarte (a las demandas del mercado)?
- ¿Quieres adaptarte?
- ¿Podrías escribir algo por encargo?
- ¿Qué quieres para tu carrera como escritora?
- ¿Dónde quieres estar dentro de 10 años?
- Dale una vuelta a todo y míralo «desde la otra orilla».
- Decide tu estrategia y constrúyela.
Respuestas nada fáciles
A mí sí, lo confieso. Cuando me senté a escribir las
respuestas, en un ejercicio de introspección literaria y sinceridad conmigo
misma, admito que lo hice con pluma airada.
La ira puede ser muy inspiradora. Pero si quieres triunfar
en este mundo cautivo de las cifras y las ventas, hay que ser dócil, muy dócil.
Y si quieres ser rebelde, debes estar preparado para afrontar el desierto y la tierra de nadie donde pululan los proscritos, ese lugar tan lleno de peligros como de oportunidades. Tan lleno de vida como de muerte.
Evoco a Shakespeare, experto en escribir por encargo
sobre temas mil veces tratados, pero que supo volcar su originalidad y su arte en
cada una de sus obras. Pensó en su público, pensó en sus mecenas, pero no se
perdió. Triunfó sin dejar de ser él mismo.
Nietzsche lo expresó como nadie... Escribir es danzar entre cadenas.
2 comentarios:
Hola Montse, muy bien expresado. Yo como escritor me planteo siempre estas cuestiones y al final te desmotiva a seguir escribiendo. Tu eres una escritora excelente y aunque eres ya muy leída, llegarás a todos los públicos.
Un abrazo, Paul
Solo diré una cosa: nadie sabe qué temas triunfarán el año que viene.
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