¿Digestión y literatura? ¿Letras y salud? ¿Qué tienen que ver? Pues sí, bastante...
Quien canta su mal espanta. Para un escritor, cantar es escribir. Sí, la literatura es una gran medicina. Y cuando dejas de ser una paciente pasiva y empiezas a tomar las riendas de tu vida descubres que hay un mundo por explorar y que la salud humana es un campo donde florecen las ciencias y se dan hallazgos impresionantes.
Hace tiempo comencé a escribir unas notas destinadas a una doctora amiga para explicarle la epopeya de mi salud digestiva, desde la niñez hasta la actualidad. Esas notas se alargaron. Le tomé gusto a la «historia de mi barriga» y de allí salió una especie de manuscrito. Lo presenté a una editorial que me recomendó una amiga. Me llamaron para una entrevista. Dijeron que les había gustado y... ¡pronto tuve un contrato de publicación! Mis notas, un tanto personales, alternando toques desenfadados a ratos y confesiones íntimas en otros capítulos, se han convertido en un libro que pronto verá la luz: Digerir la vida.
Publicado por Plataforma Editorial, en él explico mi experiencia y todo lo que he aprendido en un largo camino hacia la salud digestiva. Es, en cierta manera, una biografía entrañable en el sentido literal de la palabra...
Si queréis saber más, os invito a curiosear un poco en mi nueva web: Digerir la vida.