Ellas también cuentan. Con este título, Virginia Pérez de la Puente y yo vamos a compartir mesa en las Jornadas de Literatura Fantástica de Dos Hermanas, el próximo domingo, día 2 de octubre.
Ellas también cuentan… Apenas pronuncié la frase, mil ideas me vinieron a la mente. La primera, descollante entre todas: ¿cómo no van a ser ellas? ¿Quién nos contó los primeros cuentos? ¿Quiénes, a través de los siglos, han sido transmisoras de leyendas, tradiciones, relatos y mitos, en todas las culturas del mundo? Madres, abuelas, tías, hermanas mayores… ¡Las mujeres!
De acuerdo. Los hombres también han sido grandes contadores de relatos. Ved si no los famosos bardos, aedos o trovadores que llenan las páginas de los manuales de literatura. Y en toda familia, estoy segura, hay un abuelo, padre o tío que es o ha sido un gran contador de historias. Pero, mientras que el varón salía a cantar y a recitar proezas de dioses y hombres por los caminos o en las cortes de los señores, en el hogar, en casa, en el ámbito de lo íntimo y lo privado, eran las mujeres quienes mantenían encendida la llama… la de la lumbre y la de la fantasía.
Hoy, sin embargo, todo ha cambiado. Las mujeres hemos salido del ámbito privado y, como en tantos otros campos, hemos pisado el polvo de los caminos y conocemos la intemperie que afrontan los guerreros y los bardos. Somos guerreras y poetisas. Y la fantasía nos ha dado alas. Porque la fantasía, en el fondo, es una forma bella y poderosa de subversión, de rebelión, de exploración audaz. En la lucha de la mujer por ocupar un lugar equiparable al del hombre, la fantasía ha sido vehículo de ideas, anhelos y proclamas. De ahí, quizás, el gusto con que muchas autoras contemporáneas la hayan cultivado. Si antes la épica era un coto de hombres… hoy podemos decir que es un género muy vinculado a las escritoras.
Cuando regrese de tierras sevillanas publicaré la sencilla presentación que he preparado. Una visión fugaz, muy elemental e incompleta, seguro, pero significativa, de las voces femeninas en la literatura épica y fantástica.
Y todos los que queráis pasar dos días fantásticos en Dos Hermanas… ya lo sabéis, ¡allí nos veremos!