Gente, hoy estoy mandrosa (los catalanohablantes ya me entienden). Pecado imperdonable que esta vez me permitiré.
No escribiré mucho más: visiten esta entrada del blog de Teo Palacios (blog que, por otra parte, no tiene desperdicio en ninguno de sus capítulos, ¡absolutamente recomendable, si aún no lo conocen!). Lean, lean sobre autoedición, coedición y otras yerbas, como dicen los amigos del otro lado del charco.
Yo pasé mi propia experiencia en este campo (véase el post que colgué en su momento). No lo recomiendo, personalmente, salvo que se quiera hacer una edición limitada de una obra concreta para regalo, autopromoción, pequeña difusión entre familiares y amigos o por el simple gusto de tocar un libro propio entre manos.
En mi caso, siempre me he arrepentido. Pero... ¡de todo se aprende!