¿Alguna vez te has sentido como uno de esos robles
centenarios, de amplia copa y que echan ramas en todas direcciones? ¿Has notado
cómo un torrente de energía te recorre y necesitas dispersarla hacia todas
partes?
Hay personas centradas que labran su camino por la vida y
alcanzan todo cuanto se proponen. Y otras, como yo, y quizás como tú, lector, que
irradiamos nuestra creatividad de forma fluctuante y caótica. La disciplina nos
ayuda, pero a veces no podemos domesticar nuestros impulsos. La imaginación se
sacude las riendas una y otra vez…
¿Te has sentido alguna vez así?
Lo cierto es que, si quieres enfocar tu carrera, como
escritor, como artista o como profesional de lo que sea, necesitas encauzar tu creatividad.
Necesitas disciplina. Y necesitas orden. Si quieres conseguir un objetivo
centrarte es esencial. Una flecha no puede apuntar a dos blancos a la vez.
Mientras pienso qué hacer, cómo dejarme ayudar y hacia qué
diana apuntar, en esta entrada voy a exponer todos mis blogs. Un reflejo de mis
múltiples intereses… y de mi dispersión intelectual y creativa.
Ahí están, incluso los que permanecen desiertos y olvidados,
porque no los abrí pensando en nadie más que en mí misma, sin un interés
especial por que fueran leídos. Curiosamente, uno de estos es el que cuenta con
más visitas.
Allá van.
Mi primer blog, abierto poco después de entrar en los foros
literarios, donde colgué muchos de mis cuentos: Leyendo bajo el arce.
Mi segundo blog (este), donde empecé explicando mis
peripecias como escritora novel que quiere publicar y lo consigue… y he acabado
escribiendo de todo, una miscelánea enfocada más bien en literatura. Andanzas de una escritora.
Mi tercer blog, sobre mi primera novela publicada y los
comentarios que recibió, incluido vídeo de youtube de una lectora entusiasta: Estirpe Salvaje.
Mi cuarto blog no tiene que ver con las letras, sino con la
música. Es una recopilación de las «músicas guapas» que me han marcado y que de
tanto en tanto me gusta escuchar por YouTube. Otro cóctel que solo abrí para
uso personal: El rincón de la gramola.
Este blog lo abrí para mantener en contacto una red de más
de ochocientas personas que realizaron mis cursos de gestión de ONG. Durante un
tiempo muy activo y frecuentado, hoy… ahí está. El anillo solidario.
Otro blog sobre la actividad de la fundación en la que
colaboro, ARSIS. El blog de ARSIS.
Séptimo blog. Lo abrí para dar curso a mi afición por la
Biblia y anotar todo cuanto se me ocurría a partir de los libros y cursos que
he realizado sobre el tema. Apuntes de Biblia (récord de
visitas en algunas entradas, incluidas descargas de los PowerPoints).
Siguiendo con el tema espiritual, este es uno de mis blogs
más antiguos, donde he colgado todo tipo de escritos, incluidos algunos de los
que luego fueron publicados en el libro Mujeres
de Dios. Mujer y espiritualidad.
El blog de mi novela El heredero del clan. Durante un tiempo, colgué algunas
entradas sobre el mundo vikingo. Si tuviera tiempo y ganas, ¡podría colgar
muchas más!
El blog de mi novela premiada Ciudad sin estrellas.
Este es un blog «filosófico», muy simple y casi para
escolares pero, al parecer, útil para los navegantes que dan con él: Apuntes de filosofía occidental.
Finalmente, abrí este blog sobre el tema de mi último libro
publicado por cuenta ajena, Digerir la vida. Sobre mi experiencia y lo que he aprendido para lograr tener…
¡buenas digestiones!
Alguien podría pensar que con todo este lío me paso la vida
blogueando, pero no es así. Sigo escribiendo libros (entre uno y dos nuevos al
año), reescribiendo los antiguos (espero irlos publicando) y ayudando a otras
personas con sus escritos, además de mi trabajo. Los blogs son la menor de mis
tareas literarias, aunque quizás en el futuro esto cambie…
Quizás debería abrir una página grandota, algo así como una web
de autora polifacética y unificar todos mis temas en un solo espacio… ¿O seguir
manteniendo mis diversidades aparte? ¿U olvidarme de todo y empezar algo nuevo?
¿Qué pensáis?
¡Se agradecen los consejos!
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