De los talismanes nos vamos a la música. Muchos de los que habéis pasado por el blog comentáis que para escribir necesitáis música, o bien que ciertas canciones os inspiran.
Hablemos de música. Para muchos compositores, la música es el lenguaje por excelencia, el más universal y el que más nos acerca a la divinidad. Y ciertamente, la melodía que entra por nuestro oído llega a transmitirnos infinidad de emociones y sensaciones; puede avivar nuestro recuerdo o inflamar nuestra imaginación con una fuerza que ni la lectura ni las imágenes logran. Por algún motivo el canto ha sido sagrado en tantas culturas de la tierra, y por alguna razón a los magos o chamanes se les llamaba también “en-cantadores”. Los científicos nos hablarían de ondas; los terapeutas de energía... Yo prefiero hablar de la belleza del sonido o de la seducción de su ritmo. La música tiene poder, sí. Entre sus muchos efectos está el de evocar y despertar la fantasía.
Confieso que para escribir mis novelas o cuentos no suelo usar música. Sí la pongo cuando estoy corrigiendo, cuando releo o mientras repaso documentos que no requieren de la máxima concentración. Pero cuando estoy "creando", por así decir, necesito silencio. Silencio y también soledad; espacio vital y aislamiento para poder expandir y alumbrar lo que llevo dentro. Escribir para mí es un acto muy íntimo y me sobra todo ruido, toda distracción.
Pero la música me inspira, ¡claro que sí! Algunas secuencias de mis novelas las debo a ciertas canciones o danzas, a melodías o composiciones. Os invito a los lectores y visitantes a explayaros cuanto queráis sobre vuestros gustos y preferencias. En mi caso, los músicos o grupos que me han inspirado más en mis novelas son: U-2 (The Joshua Tree), Mike Oldfield (The voyager); Loreena McKennitt, Clannad, The Corrs (piezas étnicas), y también canciones tradicionales como Scarborough Fair, Women of Ireland, Harry’s Game y otras celtas.
Una de mis lectoras me dijo que le había puesto “banda sonora” a mi novela y me hizo descubrir a Lisa Gerrard y a Dead Can Dance. De hecho, los conocía porque, ¿quién no ha escuchado aquellas canciones finales, evocadoras y dolientes, de películas como Gladiator o Man on Fire?
Aquí tenéis una de las canciones que le vino a la mente a esta amiga leyendo Estirpe Salvaje:
http://www.youtube.com/watch?v=1xpkRj99FH0
Y ésta es una de mis favoritas, Mummer's Dance, de Loreena McKennitt, muy en consonancia con mis últimas novelas...