Cuando una puerta se cierra... III

¡Otra entrevista! Que en principio debía ser para cerrar temas y al final se ha convertido en una encrucijada donde de nuevo se me abren puertas, o caminos, diferentes. 

Esta semana pasada tuve una larga conversación con mi editor de Minotauro. Hablamos del panorama literario, de mis novelas y de las posibilidades que tenemos los autores que, como yo, apenas hemos iniciado nuestra carrera, ese largo maratón que pasa por diferentes etapas. Y ahora toca una cuesta arriba, difícil para todos. También para el mundo editorial, como me explicó. 

¿Lo mejor? La cordialidad y la franqueza con que se desarrolló todo. Hablamos en un clima de confianza y, de nuevo, como me sucedió con Sandra, creo que la voluntad de querer facilitar las cosas y no cerrar puertas definitivamente ayudó a que hubiera sinceridad y claridad. Salí con un buen sabor de boca y… ¿por qué no decirlo? Con esperanzas. 

Conclusiones. Respecto a mis obras, de momento el tema ciencia ficción queda en pausa. No le ha gustado la continuación que escribí para Ciudad sin estrellas, me explicó de manera breve y gráfica por qué y esa cuestión, por ahora, queda zanjada. En cambio, aceptó leer una de mis novelas inéditas de fantasía, que hoy mismo le he enviado. ¡Crucemos los dedos! Y me ofreció contactos y referencias en cuanto a la otra novela que estoy comenzando a mover ―histórica― y otra que aún no he terminado. 

Respecto al mundillo literario, lo que me explicó no difiere mucho de las impresiones de Sandra Bruna. Anoto varios aspectos, sin embargo, que destacó y que dan para pensar un rato. 

Uno. La crisis está afectando tanto que los libreros, desesperados por vender ya mismo, rápido, no dan margen a que los libros puedan hacerse un lugar, ser leídos, comentados y recomendados. El editor me habló de los long sellers, que necesitan un tiempo para consolidarse y que pueden venderse muy bien gradualmente, gracias al boca oreja de los lectores y a lo largo de prolongados periodos de tiempo. Ahora, las librerías no dan tiempo a que este fenómeno se produzca. 

Dos. Como ha ocurrido con el mundo inmobiliario, se ha dado una burbuja editorial. Según él, durante los años de bonanza todas las editoriales se lanzaban a publicar montones de títulos, incluso obras que no veían muy claro que resultaran: se arriesgaban a probar. Ahora esta burbuja ha hecho bluf, se vende muchísimo menos y las editoriales han reducido hasta un 40 y un 60 % menos los títulos que sacan cada año. Por tanto, el filtro selectivo ha de ser mucho más fino. De hecho, me decía, este es el papel del editor: seleccionar y ser exigente con lo que se publica. 

Tres. Pero, al mismo tiempo, admitió que muchas veces prima el factor comercial por encima del literario. Y hablamos de éxitos de ventas cuyos editores incluso empujan al autor, ofreciéndole jugosos anticipos, para prolongar sus sagas y escribir más libros de los previstos en su idea original, porque saben que tienen el público asegurado. 

Cuatro. Me confirmó la tendencia que hablamos con Sandra, que “la clase media” está desapareciendo. Se venden, mucho, unos pocos best sellers. Y se venden, mucho menos, las obras de autores medio conocidos o noveles. El abismo entre unos y otros es enorme y creciente. Este año, me dijo, lo que realmente se ha vendido bien son las famosas Sombras de Grey. El resto de autores, especialmente hispanos… ¡lo tienen más crudo! 

Cinco. Sobre América, me comentó que las filiales del Grupo Planeta en Latinoamérica presionan por obtener títulos de España y comercializarlos, pero ¿qué sucede? Publicar, imprimir y enviar los libros desde España aumenta los costes y el precio final, en América, es caro. En España proponen que sean las sucursales americanas las que se ocupen de imprimir y distribuir, desde allá, en formatos y precios más asequibles. Pero, según parece, allá remolonean y tampoco quieren correr con los gastos y el riesgo de lanzar ellos una tirada. Así están las cosas… 

Seis. Sobre tendencias en el campo fantasía, ciencia ficción y terror, me dijo tres cosas curiosas. Que la ciencia ficción triunfa en USA y en Europa anglosajona (Gran Bretaña, Alemania…) pero mucho menos en España. En España gusta más la fantasía (vamos, digo yo que será porque aún somos muy quijotescos y nos va eso de las caballerías, la capa y la espada). En México comentó que gusta especialmente el género del terror (¿tendrá que ver con todo ese folclore colorista de los espíritus y los muertos…?). 

Cambiando de género, me dijo que la novela histórica sigue con buena salud, y que la Edad Media continúa estando en boga (¿y cuándo no?, ¡a mí me apasiona!). En cuanto a los temas bíblicos (ahí ando yo metida, ahora…) también me dijo que era un campo interesante del que siempre se pueden sacar buenos argumentos e historias. 

Pues aquí estoy. En medio del camino, con más proyectos, más ideas, más esperanzas… ¡Sin prisa pero sin pausa, como buen maratonista!

14 comentarios:

LEÓN DE MONTECRISTO dijo...

Hola, Montse.

He seguido tu blog con cierta regularidad desde hace varios años y quiero felicitarte por tu perseverancia. Me alegré mucho cuando supe que ganaste el premio Planeta, pero, posteriormente, me sorprendió que, pese a ello y al prestigio de dicho premio, las dificultades siguiesen. Supongo que la crisis económica ha tenido mucho que ver.

¿Has pensado publicar en inglés? Tal vez sería una buena alternativa, pensando justamente en lo que conversaste con el editor de Minotauro.

Un saludo desde muy lejos,

LEÓN DE MONTECRISTO.

Xavier Carrascosa dijo...

Es muy cierto lo que dices en el punto cuatro, al menos esa es mi percepción... parece que todo el mundo tiene que leerse los Juego de Tronos, por decir un título, y las cuatro sagas más en boga. No hay cosa que más odie en literatura que las sagas, cuando se hacen porque sí, sin aportar nada a la trama, solo para darle el gusto al editor y ocasionalmente, a los lectores. Me siento marciano cuando hablo sobre lo último que he leído con amigos y no saben de qué les estoy hablando porque a veces son títulos y autores que no se encuentran fácilmente en las grandes superfícies. Por ejemplo, lo último que he leído: Jakov von Gunten, de Robert Walser... me encataría comentar las impresiones que han tenido otros lectores sobre el Instituto Benjamenta y sus métodos, pero como nadie conoce a Robert Walser... pues me tengo que aguantar. Ahí están siempre en danza los mismos nombres de rabiosa actualidad, las sagas que se tienen que leer... en fin, siempre nos quedará la "Patrulla de salvación".

Montse de Paz dijo...

Hola, Xavi. Te entiendo perfectamente, aunque confieso que: a) no conozco a Robert Walser y b) estoy enganchada a la saga de Martin, aunque llevo un año con el quinto volumen en lista de espera para leer, ja, ja. Tengo otras lecturas prioritarias antes que esa. A mí me sucede lo mismo que a ti con ciertos libros más clásicos o antiguos, ¿con quién comentarlos? En las kedadas podemos hablar más de esto y recomendarnos títulos y autores, aunque luego siempre nos falta tiempo para leer todo lo que queremos leer y lo que nos aconsejan. Pero al menos es bueno que sepamos que ciertos escritores "existen" y que ofrecen algo interesante, más allá de la pura distracción. ¡Gracias por pasar y comentar! :)

Montse de Paz dijo...

León, muchas gracias por seguir mi blog y por tus ánimos. Pero ¡no he ganado el Premio Planeta! Madre mía, me da vértigo pensar solo en la posibilidad. Aún no he escrito una novela que pueda merecerlo... Si algún día llegara a conseguirlo quizás sí se me abrirían más puertas. El Premio que gané fue el Minotauro (en 2011), que en su campo (ciencia ficción-fantasía-terror) es bastante prestigioso. Pero justamente porque se mueve en un ámbito peculiar no te brinda tantas oportunidades, a menos que ya seas un crack en el mundillo literario. En mi caso, fue bonito y gratificante ver mi libro publicado y difundido, pero en estos géneros parece que el mundo anglosajón manda y vende, y los autores hispanos aún lo tenemos muy crudo.

Montse de Paz dijo...

Respecto a publicar en inglés,¡ya me gustaría! Una escritora amiga, en los USA, me lo ha sugerido varias veces. Pero sin agente es casi imposible. El mundo editorial y de las agencias en Londres, por ejemplo (lo sé por una amiga que lo conoce más) está todavía más cerrado y es más inaccesible que en España. Y en América apenas puedes competir con los autores de allá. Pero bueno, nada hay imposible cuando uno no se rinde. Who knows?

LEÓN DE MONTECRISTO dijo...

Hola de nuevo, Montse. Siempre pensé en el Premio Minotauro, tuve un lapsus. Por otra parte, en Estados Unidos hay un importante segmento de lectores de habla hispana, casi todos mexicanos o centroamericanos. Pero, volviendo al inglés, podrías comenzar publicando los primeros capítulos de tu obra en tu propio Blog. Puede que no pase nada o puede que despierte interés entre el público de esa lengua. El boca a boca hará el resto. Y, ¿quién sabe? Puede que luego alguna agencia se interese. La ventaja es que tanto Inglaterra como Estados Unidos están repuntando sus economías, y no olvidemos que en China y Japón se lee también en inglés.

Como dice el refrán: "Seamos realistas: pidamos lo imposible".

Un saludo,

LEÓN DE MONTECRISTO.

Francisco Javier Illán Vivas dijo...

Como siempre, excelentes reflexiones. Visita obligada tu blog, querida amiga.

Montse de Paz dijo...

Gracias, León. No sabes lo que he insistido en que mis novelas pudieran saltar el charco. Pero me ponen mil pegas... Ya lo has leído, todo es cuestión de que les salga a cuenta o no. Y no soy una best seller. En cuanto a la versión inglesa, tendría que buscar un buen traductor. No lo descarto, tu idea es interesante. Pero prefiero pensarlo un poco.

Montse de Paz dijo...

Paco, gracias por pasar y comentar. ¡Ya ves que las cosas están crudas! Pero la esperanza nunca, nunca se pierde. Seguimos navegando... Cuando no hay viento, ¡echando mano a los remos!

Pedro dijo...

Y Estirpe, ¿cuando?

Echo de menos a Yvannka, donde estara?

Montse de Paz dijo...

Hola, Pedro. Qué alegría me da saber que alguien echa de menos a mis personajes... Bueno, si Minotauro o alguna otra editorial decide un día seguir publicando mi saga de Slavamir, volverás a tener noticias de ella, y de Ruslan, y de unos cuantos más. La historia, escrita está. :)
¡Gracias por pasar!

Anónimo dijo...

Hola Montse , un saludo, soy mexicana y tu comentario acerca de lo que tu llamas ''folclore colorista'' demuestra el poco conocimiento de la literatura y cultura mexicana, lo hiciste como una pregunta que trataré de contestarte. En efecto hay una enormeeeeee pero enormeeee diferencia entre el género de terror tan a lo gringo, que no tiene nada que ver con algo tan serio que precisamente se consolido en el pueblo mexicano, y se volvió la escencia misma del espíritu de México que tu no lo entiendas , no lo convierte en un folclore colorista.........como no lo es la escencia del pueblo español en cuanto a su cultura sus raices y de que esta hecha su gente , no llamaré a lo que no entiendo de España '' folclore colorista '' ,creo que el sarcasmo no va bien entre escritores que se precien de serlo , Pedro Paramo del escritor mexicano Juan Rulfo, te dará la respuesta., Ojalá tengas la sensibilidad de leerlo y entender que no se trata de '' muertos , espíritus o aparecidos ''

Montse de Paz dijo...

Hola, Martha. Gracias por pasar y por comentar. En efecto, nunca he estado en México y tengo un gran desconocimiento de su cultura. Por eso mi comentario posiblemente se basa en una impresión superficial e insuficiente, como la del propio editor con quien lo hablé. No hay en él sarcasmo alguno, lo siento si así te lo ha parecido. Gracias también por tus recomendaciones literarias. He leído a estos autores y su prosa me parece magnífica.

Unknown dijo...

Buenas noches, Montse, me ha gustado y sobre todo interesado la conversación que tuviste con tú editor. Las caminos que funcionan en un sitio o en otro. Efectivamente son claves los cimientos en lo se basan las diferentes novelas y para mí, la creación de los personajes está a la misma altura o incluso por encima de todo, ya que el lector debe sentir al personaje y unirse a él en sus vicisitudes y alegrías.
Cuan agradable y emocionante es no poder dejar una novela, desear pasar la página y conocer lo que te depara, ese secreto oculto que vas percibiendo y ansiando conocer más con cada renglón. Y esa tristeza satisfecha que te embarga al finalizar la última línea, y percatarte que el gozo ha llegado a su fin. Sólo queda rememorar en el tiempo los sentimientos que te embargaron mientras buscas en otras páginas ese recuerdo del sentimiento que tuviste.

Saludos y mucho ánimo.