Una visión de la novela, según D. H. Lawrence

Una visión sobre la novela según D. H. Lawrence, cito de su obra:

Porque hasta la sátira es una forma de simpatía. Esa forma con la que nuestra simpatía fluye y recula es lo que verdaderamente determina nuestras vidas. Y en eso radica la importancia inmensa de la novela, debidamente manejada. Puede informar y conducir hacia nuevos lugares el flujo de nuestra conciencia de simpatía, y puede conducir a que esta se aparte de cosas que han muerto. De ahí que la novela, manejada propiamente, pueda revelar los lugares más recónditos de la vida: porque es en los recónditos sitios pasionales de la vida, sobre todo, donde la marea de la conciencia sensible ha de afluir y menguar, purificarse y refrigerarse.

Pero la novela, lo mismo que el chismorreo, también puede excitar simpatías y retrocesos espúreos, mecánicos y amortiguadores para la psique. En la novela se pueden glorificar los sentimientos más corrompidos, en tanto que sean convencionalmente «puros». Entonces es cuando la novela, lo mismo que el chismorreo, deviene finalmente en vicio, tanto mayor cuanto que está de una manera ostensible del lado de los ángeles. El chismorreo de la señora Bolton siempre estaba del lado de los ángeles. «Y él era un tipo tan malo, y ella una mujer tan deliciosa.» Cuando [...] la mujer había sido sencillamente una falsa, y el hombre indignamente honesto. [...] Por esa razón el cotilleo era algo humillante. Y por la misma razón son humillantes también la mayoría de las novelas, particularmente las populares. El público solo responde ahora a aquello que apela a sus vicios.

D. H. Lawrence, El amante de Lady Chatterley, framento del capítulo 9.


2 comentarios:

Esther dijo...

Tengo que pensarlo. Despacio. Aquí hay mucho para "desmigar". Así que me lo llevo para el fin de semana ☺☺.

Besos!
Esther

Montse de Paz dijo...

Bueno, Lawrence era un tanto especial y polémico. Igual que sus novelas, al menos en la época en que fueron publicadas por primera vez. Creo que en toda su obra yace una especie de protesta y rebeldía. Seguro que hay miga que digerir y también cosas discutibles. La frase se entiende mejor en su contexto, tanto literario como en el entorno social e histórico del autor. Ah, Lawrence es de estos autores que se detestan o se aman. Para mí, aunque no todo me gusta de su estilo y discrepo en parte de su visión existencial, es de los que amo y releo.